viernes, 13 de enero de 2017

CREACIÓN LITERARIA




En esta actividad vamos a utilizar la técnica "Cuento en otro lugar o tiempo" y reescribiremos la historia de Caperucita roja 
Este cuento se realizará enfocado a alumnos de tercer ciclo.

LA NUEVA CAPERUCITA ROJA

"Había una vez una adorable niña que era querida por todo aquél que la conociera, pero sobre todo por su abuelita, y no quedaba nada que no le hubiera dado a la niña. Una vez la abuelita le pidio a los reyes magos un albornoz de un color rojo para su querida nieta, este que le quedaba tan bien que ella nunca quería usar otra cosa, así que la empezaron a llamar Caperucita Roja. Un día su madre le dijo: "Ven, Caperucita Roja, aquí tengo un pastel y una botella de vino, llévaselas en esta mochila a tu abuelita que esta enfermita y débil y esto le ayudará. Vete ahora temprano, antes de que empiece el atasco, que ya sabes que la carretera a estas horas está llena de gente, o... ¡no! mejor ve en metro.

Caperucita se puso en camino cogió su abono transportes y comenzó el camino. La abuelita no vivía a muchas paradas así que ni si quiera sacó el móvil para jugar. 
En cada parada se iba subiendo y bajando mucha gente todos con los ojos clavados en sus pantallas, todos, menos un chico, un chico alto y fuerte, bien vestido y con mucha barba. Este chico no dejaba de mirar y sonreír a Caperucita hasta que finalmente se sentó al lado de ella.
Caperucita que no era muy tímida le dijo  "Buenos días" y el chico contesto "Buenos días.¿Adonde vas tan temprano?" - "A casa de mi abuelita." - "¿Y eso ?" - " Es que esta enfermita la llevo pastel y vino. Ayer fue día de hornear, así que mi pobre abuelita enferma va a tener algo bueno para fortalecerse." - "¿Y adonde vive tu abuelita?" - "Como a tres paradas más." - " ¿sí? en esa justo me bajo yo" 

Siguieron hablando y hablando, hasta se dieron las redes sociales, tanto Facebook como Instagram.
Cuando llegó la parada en la que se bajaban los dos vieron unas escaleras mecánicas gigantes y al lado unas escaleras normales que parecían más interminables aún, se miraron fijamente y gritaron a la vez "carrera", pero según el chico estaba dando la primera zancada caperucita dijo "espera, espera, espera, tu por las  escaleras normales que tienes las piernas más largas y estas más fuerte" el chico pensó en su cabeza " es cierto que mis piernas son más largas y además si la gano la sorprenderé" así que aceptó y comenzó la carrera, al principio iban igualados pero esas interminables escaleras le pasaron factura y ganó caperucita.

Al salir de metro siguieron hablando y Caperucita restregándole que ella corría más que el, vio que cada calle que ella giraba el también la giraba pero no se preocupó, el chico era muy simpático, hasta que llegaron al portal, Caperucita se empezó a preocupar pero el fue rápido y comentó, "Anda, somos vecinos, ¿en qué piso vive tu abuelita?" Caperucita respondió "En el ático, el 13" el chico la miró y sonrió y la propuso otra carrera " antes me has ganado por ir por las escaleras mecánicas, ahora me toca a mi el ascensor y a ti las escaleras" Caperucita que empezaba a sospechar de aquel chico prefirió subir por las escaleras antes que estar con el tantos pisos encerrada en el ascensor, aceptó y comenzó a correr por las escaleras.


Cuando el chico que había subido primero aprovechó y llamó a la casa de la abuelita . "¿Quién es?" preguntó la abuelita. "Caperucita Roja," contestó el chico. "Traigo pastel y vino. Ábreme, por favor." - "Mueve la cerradura y abre tú," gritó la abuelita, "estoy muy débil y no me puedo levantar." El chico movió la cerradura, abrió la puerta, y sin decir una palabra más, se fue directo a la cama de la abuelita y de un bocado se la tragó. Y enseguida se puso ropa de ella, se colocó un gorro, se metió en la cama y cerró las cortinas.

Mientras tanto, Caperucita Roja seguía subiendo escalones. Cuando llegó, se sorprendió al encontrar la puerta abierta, y al entrar a la casa, sintió tan extraño presentimiento que se dijo para sí misma: "¡Oh Dios! que incómoda me siento hoy, y otras veces que me ha gustado tanto estar con abuelita." Entonces gritó: "¡Buenos días!," pero no hubo respuesta, así que fue al dormitorio y abrió las cortinas. Allí parecía estar la abuelita con su gorro cubriéndole toda la cara, y con una apariencia muy extraña. "¡!Oh, abuelita!" dijo, "qué piernas tan largas." - "Es de tanto estar tumbada, mi niña," fue la respuesta. "Pero abuelita, qué ojos tan grandes que tienes." - "Son para verte mejor, querida." - "Pero abuelita, qué brazos tan grandes que tienes." - "Para abrazarte mejor." - "Y que barba que tienes casi no se te ven los labios." - "Para comerte mejor." Y no había terminado de decir lo anterior, cuando de un salto salió de la cama y se tragó también a Caperucita Roja.

Entonces el chico decidió hacer una siesta y se volvió a tirar en la cama, y una vez dormido empezó a roncar fuertemente, roncó tan tan fuerte que el vecino de al lado se preocupó y pensó " ¿Y esa taladradora? esta señora es demasiado mayor, aun que bueno será su hija colgando un cuadro"

Pero el chico cada vez roncaba más y más fuerte, y el vecino pensó "¿hay una moto dentro de el piso de está señora? ¡eso si que no! y fue corriendo a ver que pasaba. Entonces entró al dormitorio, y cuando se acercó a la cama vio al chico tirado allí. El hombre llamó a la policía y a la ambulancia, y cuando llegó la ambulancia le hicieron un lavado de estómago al chico y sacaron a Caperucita y a la abuelita.


Todos se sintieron felices. La abuelita y el vecino se comieron el pastel y bebieron el vino que le trajo Caperucita Roja y se animaron. Pero Caperucita Roja solamente pensó: "Mientras viva, nunca volveré a hablar con desconocidos"


http://www.grimmstories.com/es/grimm_ceuntos/caperucita_roja




Para la actividad del libro trabajaremos otro cuento popular, pero esta vez el cambio realizado será "OTRO FINAL"

El cuento que utilizaremos sera el de "Los tres cerditos"


LOS TRES CERDITOS



Había una vez tres cerditos que eran hermanos y se fueron por el mundo a conseguir fortuna. El más grande les dijo a sus hermanos que sería bueno que se pusieran a construir sus propias casas para estar protegidos. A los otros dos les pareció una buena idea, y se pusieron manos a la obra, cada uno construyo su casita. - La mía será de paja - dijo el más pequeño-, la paja es blanda y se puede sujetar con facilidad. Terminaré muy pronto y podré ir a jugar. El hermano mediano decidió que su casa sería de madera: - Puedo encontrar un montón de madera por los alrededores - explicó a sus hermanos, - Construiré mi casa en un santiamén con todos estos troncos y me iré también a jugar. El mayor decidió construir su casa con ladrillos. - Aunque me cueste mucho esfuerzo, será muy fuerte y resistente, y dentro estaré a salvo del lobo. Le pondré una chimenea para asar las bellotas y hacer caldo de zanahorias. Cuando las tres casitas estuvieron terminadas, los cerditos cantaban y bailaban en la puerta, felices por haber acabado con el problema: -¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo, al Lobo! - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo Feroz! Detrás de un árbol grande apareció el lobo, rugiendo de hambre y gritando: - Cerditos, ¡me los voy a comer! Cada uno se escondió en su casa, pensando que estaban a salvo, pero el Lobo Feroz se encaminó a la casita de paja del hermano pequeño y en la puerta aulló: - ¡Cerdito, ábreme la puerta! - No, no, no, no te voy a abrir. - Pues si no me abres... ¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré! Y sopló con todas sus fuerzas, sopló y sopló y la casita de paja se vino abajo. El cerdito pequeño corrió lo más rápido que pudo y entró en la casa de madera del hermano mediano. - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo, al Lobo! - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo Feroz! - cantaban desde dentro los cerditos. De nuevo el Lobo, más enfurecido que antes al sentirse engañado, se colocó delante de la puerta y comenzó a soplar y soplar gruñendo: - ¡Cerditos, abridme la puerta! - No, no, no, no te vamos a abrir. - Pues si no me abrís... ¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré! La madera crujió, y las paredes cayeron y los dos cerditos corrieron a refugiarse en la casa de ladrillo de su hermano mayor.

Como el lobo ya había derruido las otras dos casas, los cerditos se pusieron a pensar como entraría en la casa esta vez, vieron que el único sitio por donde cabía el lobo era por la chimenea, así que corrieron a taparla con sábanas y mantas.
El lobo se dio cuenta y muy sigilosamente abrió una pequeña ventana por la que entró, y relamiéndose los labios fue a darle un mordisco a uno de los cerditos, pero los otros dos hermanos, que estaban justo detrás llevando más sábanas para tapar le vieron y corrieron hacia el tirándole las sábanas encima. Le fueron poniendo más y más sabanas enrolladas hasta que el lobo quedó atrapado y lo echaron fuera de la casa. El lobo, se llevó tal susto que según pudo salió corriendo y nunca paro.
Aún más asustados los cerditos construyeron una casa de ladrillo gigante para los tres, esta, tenía tres ventanas chiquititas y tres chimeneas tan chiquititas que no cabía ningún animal que les quisiera hacer daño.


Si algún día vais por el bosque y veis una casa como esta, sabréis que son los Tres Cerditos porque les gusta cantar: - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo, al Lobo! - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo Feroz! Fin.




http://es.grimm.wikia.com/wiki/Los_tres_cerditos






Para el texto dramático haremos la adaptación de una obra infantil.


UN GRILLO QUE HABLA

Escena I[Adriana, y Sofía bajo la copa de un árbol, portando herramientas de juguetes. (Un martillo, un serrucho y unos alicates.)]

Sofía:
—¿Este es el árbol?
Adriana:
—Sí, este es el que tenemos que tumbar.
Sofía:
—A trabajar! (Adriana comienza a golpear el tronco como si estuviera clavando. Sofía, hace que serrucha una de las ramas.)
Don grillo:
—¡Ay!, ¡auxilio! ¡socorro, (Gesticulando) me están tumbando la casa! ¡Ay!, ¡Auxilio! ¡Ay!…
(Adriana y Sofía Dejan de jugar. Miran asombradas al grillo)
Sofía:
—¡Un grillo que habla!
Don grillo:
—¡Claro que puedo hablar! Puedo hablar y cantar y brincar cuanto me plazca, pero eso no es motivo para que me tumben la casita.
Adriana:
—¿Y por qué grita?
Don grillo:
—¡Porque me están tumbando la casa!
Sofía:
—Lo siento señor grillo. Sólo jugábamos a los carpinteros. 
Adriana:
—Estas herramientas no son de verdad, son de plástico.
Sofía:
—Es cierto, el serrucho no corta; únicamente hace el sonido.
Don grillo:
—Pero, los golpes del martillo y el ruido del serrucho son verdaderos; y asustan. Asustan mucho. Por un momento pensé que se iba a repetir la historia...
Adriana:
—¿Qué historia? 
Don grillo:
—Yo vivía feliz al lado de una quebrada rodeado de flores y árboles frondosos..., entonces, llegaron unos papeleros.
Adriana:
—¿Papeleros? ¿Cómo las papeleras de la calle?

Sofía: —¿Qué es eso?
Don grillo:
—Los papeleros son hombres de negocios, y su negocio es cortar arboles para hacer papel…Talaron los árboles para venderlos. Sin árboles ni matas en el lugar, apenas llovía. La mayoría de los pájaros y animales decidieron buscar otro sitio para vivir.
Sofía:
—¿Se fueron todos?
Don grillo:
—Casi todos. Los animales comenzaron a enfermar por falta de agua potable.
Adriana:
—¿Agua qué?
Don grillo:
—Agua potable, así se le llama al agua que las personas pueden beber sin temor a enfermar.
Sofía:
—Por favor, don grillo, continúe la historia.
Don grillo:
—Los animales huyeron ya que estaban sin sitio donde vivir, ni de que alimentarse, ni agua para beber. Todas las familias de animalitos salieron los primeros intentando protegerse. Pero algunos nos quedamos y...
Sofía:
—¡Por favor, don grillo, termine la historia!
Adriana:
—¡Sí, por favor!

Don grillo:
—Lo que ocurrió espantoso fue… ¡Que nos azotó un huracán! La tierra pelada, la fuerza del viento y la enorme cantidad de lluvia que caía hizo que el cerro se convirtiera en un río de lodo cuya fuerza arrasó con todo lo que tenía por delante. Apenas escapé. Pues, para evitar ser sepultado por el deslizamiento de tierra, brinqué a un pedazo de rama que flotaba quebrada abajo… Y, bueno…, aquí estoy. ¡Y ustedes me quieren tumbar la casita!
Sofía:
—Perdone, señor grillo; no lo volveremos a molestar. Quisiéramos que fuera nuestro amigo.
Don grillo:
—¡Está bien! Ya lo olvidé. ¡Ya lo olvidé! Sólo fue un susto.
Adriana:
—Don grillo, ¡necesitamos su ayuda! Nuestros padres piensan talar los árboles que están en la parte de atrás de la casa de abuela.
Sofía:
—Sí, los que están al pie del cerro.
Adriana:
—Por favor, don grillo, venga con nosotros para que le cuente a nuestros padres, que están por llegar; lo que a usted le pasó. No queremos que algo así nos suceda a nosotros también.
Don grillo:
—No puedo. Nunca hablo con las personas mayores. Converso únicamente con los niños.
Sofía:
—¡Pero hay que advertirles!
Don grillo:
—Eso, se lo dejo a ustedes. 
Sofía:
—¿Se lo decimos nosotras? Sí, hablaremos con nuestros padres sobre la importancia de proteger el ambiente.
Adriana:
—Todos podemos contribuir a un mejor Puerto Rico. Se pueden construir casas y edificios pero con una buena planificación. 
Fin


http://home.coqui.net/sendero/drama03.htm

Para el texto en verso realizaremos la actividad "CALIGRAMAS"



"De rojo carmín son los sentimientos que encuentro cuando entra en contacto tu beso y mi cuello"





4 comentarios:

  1. Buenas Sergio

    Para comenzar, he de decir que me han gustado mucho las actividades que has realizado, y el empeño que has puesto, ya que has hecho cuatro ejercicios, cuando solo había que hacer tres.

    Pero hay algunas cosas que faltan, como una introducción sobre la actividad y una conclusión final; también veo que falta, una pequeña introducción en cada actividad, para que se pueda realizar con más facilidad.

    Por lo demás un buen trabajo con una gran extensión.

    Un saludo, Álvaro Gil

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  2. Hola Sergio me gustaría comentarte un par de cosas para que te quede perfecta esta entrada.En cada texto deberías poner que estrategia has utilizado y explicar un poco brevemente para que edad te gustaría trabajarlo y por qué. Además sería muy interesantes que añadiese una conclusión sobre lo que te ha parecido la realización de este post.

    Por otro lado he leído tus historias y he de decir que me parecen muy originales y creativas, sobre todo como le has dado la vuelta al cuento. Aunque he de decir que me ha gustado todo que tengo mayor afinidad al verso, me parece súper original tu creación.

    Ánimo. Esti

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  3. Sergio, coincido en todo con Esti: unos textos chulísimos, pero hay que vestir también el contexto. Faltan:
    - Introducción
    - Argumentación de la adecuación de cada texto a la edad de los chicos
    - Conclusión

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