DON QUIJOTE DE LA MANCHA
Día 1.
El primer día todos los profesores vestidos de diferentes estamentos de la sociedad del momento: el director Cervantes, el profe de primero de grupos marginales, el profe de segundo campesinos, el profe de tercero artesanos, el profe de cuarto burguesía, el profe de quinto clero y el profe de sexto nobleza.
En el teatro del colegio
ambientado, los profesores harán una pequeña presentación de los estamentos de
la sociedad y los niños del colegio se repartirán entre los diferentes
estamentos.
Cada grupo, que representa una
clase social, harán un disfraz de esta clase social, con material reciclado y escolar que
proporcionaran los profesores.
· Disfraz grupo marginales: utilizando ceras
negras y carboncillo, nos mancharemos la cara y las manos. Con papeles
reciclados, recortaremos parches para
pegarlo con celo por la ropa.
·
Disfraz artesanos: realizarán con folios
reciclados un martillo enrollando dos folios uno más pequeño y otro más largo y
pegándolos con celo en horizontal, también harán una lija con folio pintado de
negro y un delantal.
·
Disfraz burguesía clase media: utilizaremos una
bolsa de patatas a modo de chalecos para representar la vestimenta de
comerciantes y además las bolsas en las
que guardaban las monedas.
·
Disfraz alto clero: utilizamos una bolsa de
basura grande a modo de túnica, con cartulina realizaremos unos alzacuellos
blanco y una cruz marrón
·
El disfraz se hará con bolsa de basuras de
colores cartulinas, goma EVA y plastilina. El objetivo es crear ropaje que represente
el poder de era clase social. Por ejemplo, prendas de pieles de animales,
joyas, etc.
Cada 20 minutos, los grupos
cambiaran de estamento para que puedan sentir todos los estamentos sociales y
trabajar la empatía.
Descanso
Actividad para introducir El
Quijote: para acabar la jornada inicial y haya introducidos en la época del
autor, proyectaremos un breve vídeo para adentrar al alumnado en la obra El
Quijote. Una vez lo hayan visto, les propondremos una actividad para el día
siguiente en la que todos tengan que empezar con la frase “En un lugar…” y en
la que contaran una historia que ellos quieran, ya sea real (en la que cuenten
su verano) o ficticia, teniendo que leerla delante de sus compañeros en clase.
A partir del segundo día (Martes) comenzarán la sesiones con cada clase.
Con mi grupo 3º de Primaria lo trataremos de este modo:
Primera sesión.
En esta sesión trataremos de acercar y explicar a los niños
un poco de la vida del autor del libro “Don quijote de la Mancha” Miguel de
Cervantes. Intentaremos situarlo cronológicamente mediante una línea del tiempo
explicada con la pizarra digital usando la página web http://400cervantes.es/
Esta
página posee breves explicaciones de la vida del autor y sus movimientos por distintos países.
Una vez repasada la vida del autor y siguiendo apoyándonos
en el uso de la pizarra digital haremos un repaso también cronológico de los
sucesos del protagonista en el libro mediante la página https://www.timetoast.com/timelines/linea-del-tiempo-de-don-quijote-de-la-mancha
En esta página al pinchar en cada punto da un enunciado o título del suceso en
el que nos encontramos en cada momento de la obra, el profesor ampliará los
conocimientos sobre ese capítulo y remarcará las historias más importantes de este,
con este sistema pretendemos que los niños de tercero de primaria los cuales no
están capacitados para leer el quijote
sepan de que trata el libro en su gran mayoría y posean conocimientos de
una de las obras más importantes de la literatura española.
Día 3.
En esta segunda
sesión el profesor facilitará a los alumnos un folio con el principio del
Quijote:
“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero
acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en
astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más
vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados,
lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las
tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de
velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana
se honraba con su vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba
de los cuarenta y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y
plaza que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de
nuestro hidalgo con los cincuenta años. Era de complexión recia, seco de
carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que
tenía el sobrenombre de «Quijada», o «Quesada», que en esto hay alguna
diferencia en los autores que deste caso escriben, aunque por conjeturas
verisímiles se deja entender que se llamaba «Quijana». Pero esto importa poco a
nuestro cuento: basta que en la narración dél no se salga un punto de la
verdad.”
Este texto será leído por los alumnos con gran atención con
la ayuda del profesor el cual explicará las palabras que no logren comprender
los niños.
Una vez leído y comprendido el texto se le facilitará a cada
niño una Tablet y entrarán en la siguiente enlace:
En este enlace realizarán un juego en cual rellenarán los
huecos del texto anteriormente leído con las palabras que aparecen al final de
la página. Los alumnos podrán ayudarse del texto proporcionado anteriormente.
Día 4.
En esta tercera sesión se trabajará con todo el grupo a la
vez, se les sentará en semicírculo en el suelo en frente de la pizarra digital
y se repasarán todo los personajes de la obra utilizando la página web: http://www.educa.jcyl.es/educacyl/cm/gallery/Recursos%20Infinity/tematicas/webquijote/personajes.html
En esta página revisarán todos los personajes su importancia
y función en la obra y la forma de ser de cada personaje, posteriormente se repartirán
lápices, ceras y rotuladores de colores a los alumnos y se expondrán varias
fotocopias de cada personaje para que cada alumno coja la que prefiera y se
dirija a su sitio y la coloree a su gusto.
Día 5.
El viernes en la excursión a Alcalá de Henares
Casa Museo Cervantes
Propuesta: Se reunirá a los alumnos en la puerta de la
casa museo donde se les leerá parte del primer capítulo del Quijote,
utilizaremos este capítulo para ponerles en situación ya que en el trata y
describe la vida del hidalgo, posterior a la lectura realizaremos un ruta
guiada por la casa museo donde se explicará a los alumnos las distintas salas,
las cuales están ambientadas en la vida de esa época.
Según dice la propia página de la casa museo “Sus
diversas estancias recrean las costumbres, gustos y quehaceres cotidianos de
los siglos XVI y XVII, buscando percibir
la presencia de sus moradores.”
Las reservas para los grupos se realizarán llamando al
teléfono 91 889 96 54 (http://www.museocasanataldecervantes.org/visitas-en-grupo/)
CAPÍTULO PRIMERO
Que trata de la condición y ejercicio del famoso y valiente hidalgo don Quijote de la Mancha
Que trata de la condición y ejercicio del famoso y valiente hidalgo don Quijote de la Mancha
En un lugar
de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía
un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo
corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches,
duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de
añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto
della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas,
con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su
vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta y
una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza que así
ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo
con los cincuenta años. Era de complexión recia, seco de
carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que
tenía el sobrenombre de «Quijada», o «Quesada», que en esto hay alguna
diferencia en los autores que deste caso escriben, aunque por conjeturas
verisímiles se deja entender que se llamaba
«Quijana». Pero esto importa poco a nuestro cuento: basta que en la narración
dél no se salga un punto de la verdad.
Es, pues, de
saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso —que eran los
más del año—, se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto,
que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza y aun la administración
de su hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió
muchas hanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en
que leer, y, así, llevó a su casa todos cuantos
pudo haber dellos; y, de todos, ningunos le parecían tan bien como los que
compuso el famoso Feliciano de Silva, porque la claridad de su prosa y aquellas
intrincadas razones suyas le parecían de perlas, y más cuando llegaba a leer
aquellos requiebros y cartas de desafíos, donde en muchas partes hallaba
escrito: «La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi
razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura». Y también cuando leía: «Los altos
cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas os fortifican y
os hacen merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza...»
Gymkanna
- Sancho nombra a quijote
caballero de la triste figura
Localización: Plaza puerta de Madrid (Alcalá).
Propuesta: Los niños se sientan en círculo
debajo del arco de la puerta y el maestro, les cuenta la historia. Antes de
esto ha dejado partes de la historia reflejadas en imágenes plastificadas
alrededor de la puerta (5). Una vez concluya la historia se formaran 5 grupos
aleatorios y tendrán que buscar una de las imágenes y ponerse de acuerdo con el
resto de los grupos para ver cuál es el orden. Una vez tengan el orden se
volverá a hacer el circulo debajo de la puerta, y saldrán en orden a
representar cada grupo su escena como ellos se lo imaginen, dándose paso unos a
otros hasta completar la historia.
Para terminar volveremos al círculo y jugaremos a un “pasa
palabra”, es decir, cada uno tendrá que ir diciendo una frase completando la
historia que hemos visto, desde el comienzo hasta el final.
Capitulo XIX:
Lo que sucedió a Don Quijote con su Dulcinea
De las discretas
razones que Sancho pasaba con su amo, y de la aventura que le sucedió con un
cuerpo muerto, con otros acontecimientos famosos.
Sancho le comenta a Don Quijote que todas
estas desventuras que están padeciendo son debidas a que Don Quijote había roto
su juramento de no comer pan (aquí Cervantes se descuida ya que en ningún
momento anterior había nombrado este juramento). Don Quijote le dice que tiene
razón pero que él también tiene parte de culpa ya que no se lo había
recordado. De esta forma se hizo de noche y vieron a través del camino
unas luces que se acercaban. Cuando ya se encontraban muy próximas Don Quijote
les pregunto qué de dónde venían, entonces la mula de uno de ellos se asustó y
tiro al suelo al hombre que la montaba y todos los demás huyeron. Don Quijote
enojado apuntó con su lanza al hombre que se encontraba en el suelo y le volvió
a preguntar que de dónde venían. El
hombre le dijo que era un religioso y lo que llevaban era un muerto.
Así Don Quijote llamó a Sancho, el cual aprovechando la oscuridad había estado robando
algunos alimentos,
para que ayudase a levantar al pobre religioso. Sancho a su vez presentó a
Don Quijote como "El Caballero de la triste figura" y Sancho ante la
curiosidad del monje del porqué de ese nombre dijo que era porque no tenía
muelas y porque la cara la tenía muy delgada de no haber comido en todo el
día. Así se despidieron del monje y se fueron a un prado a comer los
alimentos que habían robado.
Webgrafía
- El capitán cautivo
Localización: Calle Mayor de Alcalá
Propuesta: a modo de ahorcado, simulamos que un niño está
secuestrado y atado con 6 mordazas. Cada vez que los participantes acierten una
pregunta, que será formulada por el profesor, se le quitará una mordaza al
capitán cautivo. Tendrán 3 minutos para responder 6 preguntas bien acerca de El
Quijote para liberar al capitán.
Capítulo XXXIX
—En un lugar de las
montañas de León tuvo principio mi linaje1, con quien fue más agradecida y liberal la naturaleza que la fortuna2, aunque en la estrecheza de aquellos pueblos todavía alcanzaba mi
padre fama de rico, y verdaderamente lo fuera si así se diera maña a conservar su
hacienda como se la daba en gastalla; y la condición que tenía de ser liberal y
gastador le procedió de haber sido soldado los años de su joventudI, que es escuela la soldadesca donde el mezquino se hace franco3, y el franco, pródigo, y si algunos soldados se hallan miserables, son
como monstruos, que se ven raras veces. Pasaba mi padre los términos de la
liberalidad y rayaba en los de ser pródigo4, cosa que no le es de ningún provecho al hombre casado y que tiene
hijos que le han de suceder en el nombre y en el ser. Los que mi padre tenía
eran tres, todos varones y todos de edad de poder elegir estado. Viendo, pues,
mi padre que, según él decía, no podía irse a la mano contra su condición5, quiso privarse del instrumento y causa que le hacía gastador y
dadivoso, que fue privarse de la hacienda, sin la cual el mismo Alejandro
pareciera estrecho6. Y, así, llamándonos un día a todos tres a solas en un aposento7, nos dijo unas razones semejantes a las que ahora diré: «Hijos, para
deciros que os quiero bien basta saber y decir que sois mis hijos; y para
entender que os quiero mal basta saber que no me voy a la mano en lo que toca a
conservar vuestra hacienda. Pues para que entendáis desde aquí adelante que os
quiero como padre, y que no os quiero destruir como padrastro, quiero hacer una
cosa con vosotros que ha muchos días que la tengo pensada y con madura consideración
dispuesta. Vosotros estáis ya en edad de tomar estado, o a lo menos de elegir
ejercicio, tal que cuando mayores os honre y aproveche. Y loII que he pensado es hacer de mi hacienda cuatro partes: las tres os
daré a vosotros, a cada uno lo que le tocare, sin exceder en cosa alguna, y con
la otra me quedaré yo para vivir y sustentarme los días que el cielo fuere
servido de darme de vida. Pero querría que, después que cada uno tuviese en su
poder la parte que le toca de su hacienda, siguiese uno de los caminos que le
diré. Hay un refrán en nuestra España, a mi parecer muy verdadero, como todos
lo son, por ser sentencias breves sacadas de la luenga y discreta experiencia;
y el que yo digo diceIII: “Iglesia o mar o casa real8”, como si más claramente dijera: “Quien quisiere valer y ser rico siga
o la Iglesia o navegue, ejercitando el arte de la mercancía9, o entre a servir a los reyes en sus casas”; porque dicen: “Más vale
migaja de rey que merced de señor10”. Digo esto porque querría y es mi voluntad que uno de vosotros
siguiese las letras, el otro la mercancía, y el otro sirviese al rey en la
guerraIV, pues es dificultoso entrar a servirle en su casa11; que ya que la guerra no dé muchas riquezas, suele dar mucho valor y
mucha fama. Dentro de ocho días os daré toda vuestra parte en dineros, sin
defraudaros en un ardite, como lo veréis por la obra12. Decidme ahora si queréis seguir mi parecer y consejo en lo que os he
propuesto». Y mandándome a mí, por ser el mayor, que respondiese, después de
haberle dicho que no se deshiciese de la hacienda, sino que gastase todo lo que
fuese su voluntad, que nosotros éramos mozos para saber ganarla13, vine a concluir en que cumpliría su gusto, y que el mío era seguir el
ejercicio de las armas, sirviendo en él a Dios y a mi rey. El segundo hermano
hizo los mesmos ofrecimientos y escogió el irse a las Indias, llevando empleada
la hacienda que le cupiese14. El menor, y a lo que yo creo el más discreto, dijo que quería seguir
la Iglesia o irse a acabar sus comenzados estudios a Salamanca. Así como
acabamos de concordarnos y escoger nuestros ejercicios, mi padre nos abrazó a
todos, y con la brevedad que dijo puso por obra cuanto nos había prometido; y
dando a cada uno su parte, que, a lo que se me acuerda, fueron cada tres mil
ducados en dineros15 (porque un nuestro tío compró toda la hacienda y la pagó de
contado, porque no saliese del tronco de la casa), en un mesmo día nos
despedimos todos tres de nuestro buen padre. Y en aquel mesmo, pareciéndome a
mí ser inhumanidad que mi padre quedase viejo y con tan poca hacienda, hice con
él que de mis tres mil tomase los dos mil ducados, porque a mí me bastaba el
resto para acomodarme de lo que había menester un soldado. Mis dos hermanos,
movidos de mi ejemplo, cada uno le dio mil ducados; de modo que a mi padre le
quedaron cuatro mil en dinerosV, y más tres mil que a lo que parece valía la hacienda que le cupo, que
no quiso vender, sino quedarse con ella en raíces16. Digo, en fin, que nos despedimos dél y de aquel nuestro tío que he
dicho, no sin mucho sentimiento y lágrimas de todos, encargándonos que les hiciésemos
saber, todas las veces que hubiese comodidad para ello, de nuestros sucesos,
prósperos o adversos. Prometímoselo, y, abrazándonos y echándonos su bendición,
el uno tomó el viaje de Salamanca, el otroVI de SevillaVII, y yo el de Alicante, adonde tuve nuevas que había una nave ginovesa
que cargaba allí lanaVIII para Génova. Este hará veinte y dos años que salí de casa de mi
padre17, y en todos ellos, puesto que he escrito algunas cartas, no he sabido
dél ni de mis hermanos nueva alguna; y lo que en este discurso de tiempo he
pasado lo diré brevemente. Embarquéme en Alicante, llegué con próspero viaje a
Génova, fui desde allí a Milán, donde me acomodé de armas18 y de algunas galas de soldado, de donde quise ir a asentar mi
plaza al Piamonte19; y estando ya de camino para Alejandria de la Palla20, tuve nuevas que el gran Duque de Alba pasaba a Flandes21. Mudé propósito, fuime con él, servíle en las jornadas que hizo,
halléme en la muerte de los condes de Eguemón y de Hornos22, alcancé a ser alférez de un famoso capitán de Guadalajara, llamado
Diego de Urbina23, y a cabo de algún tiempo que llegué a Flandes, se tuvo nuevasIX de la liga que la Santidad del papa Pío Quinto, de felice
recordación, había hecho con VeneciaX y con España, contra el enemigo común, que es el Turco, el cual
en aquel mesmo tiempo había ganado con su armada la famosa isla de Chipre24, que estaba debajo del dominio de venecianosXI, y fue pérdidaXII lamentable y desdichada. Súpose cierto que venía por general
desta liga el serenísimo don Juan de Austria25, hermano natural de nuestro buen rey don Felipe; divulgóse el
grandísimo aparato de guerra que se hacía, todo lo cual me incitó y conmovió el
ánimo y el deseo de verme en la jornada que se esperaba; y aunque tenía
barruntos, y casi premisasXIII ciertas, de que en la primera ocasión que se ofreciese sería
promovido a capitán, lo quise dejar todo y venirme, como me vine a Italia, y
quiso mi buena suerte que el señor don Juan de Austria acababa de llegar a
Génova, que pasaba a Nápoles a juntarse con la armada de Venecia, como después
lo hizo en MecinaXIV, 26. Digo, en fin, que yo me hallé en aquella felicísima jornada27, ya hecho capitán de infantería, a cuyo honroso cargo me subió mi
buena suerte, más que mis merecimientos; y aquel día, que fue para la
cristiandad tan dichoso, porque en él se desengañó el mundo y todas las
naciones del error en que estaban creyendo que los turcos eran invencibles por
la mar, en aquel día, digo, donde quedó el orgullo y soberbia otomana
quebrantada, entre tantos venturosos como allí hubo (porque más ventura
tuvieron los cristianos que allí murieron que los que vivos y vencedores
quedaron)28, yo solo fui el desdichado; pues, en cambio de que pudiera esperar, si
fuera en los romanos siglos, alguna naval corona29, me vi aquella noche que siguió a tan famoso día con cadenas a los
pies y esposas a las manos. Y fue desta suerte: que habiendo el UchalíXV, rey de Argel30, atrevido y venturoso cosario, embestido y rendido la capitana de
Malta, que solos tres caballeros quedaronXVI vivos en ella, y éstos malheridos, acudió la capitana de Juan
Andrea a socorrella, en la cual yo iba con mi compañía; y haciendo lo que debía
en ocasión semejante, salté en la galera contraria, la cual desviándose de la
que la habíaXVII embestido, estorbó que mis soldados me siguiesen, y, así, me
hallé solo entre mis enemigos, a quien no pude resistir, por ser tantos: en fin
me rindieron lleno de heridas. Y como ya habréisXVIII, señores, oído decir que el Uchalí se salvó con toda su escuadra, vine
yo a quedar cautivo en su poder, y solo fui el triste entre tantos alegres y el
cautivo entre tantos libres, porque fueron quince mil cristianos los que aquel
día alcanzaron la deseada libertad, que todos venían al remo en la turquesca
armada.
Webgrafía
http://cvc.cervantes.es/literatura/clasicos/quijote/Edicion/parte1/cap39/default.htm
- En un lugar de la Mancha
Localización: Casa-Museo Cervantes
Propuesta: Se reunirá a los alumnos en la puerta de la casa
museo donde se les leerá parte del primer capítulo del Quijote, utilizaremos
este capítulo para ponerles en situación ya que en el trata y describe la vida
del hidalgo, posterior a la lectura realizaremos un ruta guiada por la casa
museo donde se explicará a los alumnos las distintas salas, las cuales están
ambientadas en la vida de esa época.
Según dice la propia página de la casa museo “Sus diversas
estancias recrean las costumbres, gustos y quehaceres cotidianos de los siglos
XVI y XVII, buscando percibir la
presencia de sus moradores.”
Las reservas para los grupos se realizarán llamando al
teléfono 91 889 96 54 (http://www.museocasanataldecervantes.org/visitas-en-grupo/)
Capítulo primero:
En un lugar de la
Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un
hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo
corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches,
duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de
añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto
della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con
sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí
de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta y una
sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza que así
ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los
cincuenta años. Era de complexión recia, seco de carnes,
enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía
el sobrenombre de «Quijada», o «Quesada», que en esto hay alguna diferencia en
los autores que deste caso escriben, aunque por conjeturas verisímiles se deja entender que se llamaba
«Quijana». Pero esto importa poco a nuestro cuento: basta que en la narración
dél no se salga un punto de la verdad.
Es, pues, de saber que
este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso —que eran los más del
año—, se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que
olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza y aun la administración de su
hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas
hanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en
que leer, y, así, llevó a su casa todos cuantos pudo
haber dellos; y, de todos, ningunos le parecían tan bien como los que
compuso el famoso Feliciano de Silva, porque la claridad de su prosa y aquellas
intrincadas razones suyas le parecían de perlas, y más cuando llegaba a leer aquellos
requiebros y cartas de desafíos, donde en muchas partes hallaba escrito: «La
razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece,
que con razón me quejo de la vuestra fermosura». Y también cuando leía: «Los altos cielos
que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas os fortifican y os hacen
merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza...»
Webgrafía
- Los molinos de viento
Localización: Plaza cervantes
Vamos a realizar un juego relacionado con la temática del
quijote, el juego se llama molinos de vientos.
Es un juego de la Mancha, que se recomienda leer el pasaje
del Quijote, en el que el famoso hidalgo lucha con molinos de viento a los que
toma por gigantes.
Todos los jugadores necesitarán un pañuelo y se formarán dos
grupos; un grupo serán los molinos y otro grupo los molineros. Los molinos se
colocan formando un círculo con los ojos vendados y cogidos de las manos. Todos
moverán lentamente brazos y piernas como si fueran molinos. depositarán en el
centro del círculo sus pañuelos, una vez fuera tratarán de pasar a rescatar sus
pañuelos pasando sin ser tocados por los molinos y volver a salir. Si un
molinero resulta tocado debe salir del círculo y volver a empezar.
Este juego pertenece al capitulo de los molinos del quijote,
donde don quijote, le dice a sancho panza que va a derrotar a los molinos, por
que ėl se piensa que son gigantes.
El octavo capítulo hace parte del último de la primera parte
de la novela. En este Don Quijote una vez esta acompañado de Sancho Panza,
decide salir a explorar una vez más el mundo lleno de aventuras que le esperan.
Entre estas futuras aventuras se encuentra una de las más reconocidas y tal vez
más significantes en la historia de nuestro caballero andante. Don Quijote y
Sancho se acercan a un campo donde hay unos 30 molinos de viento, y don quijote
reaccionando rápidamente le dice a Sancho
Octavo capítulo
“Porque vez allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren
treinta o pocos más desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y
quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer, que
ésta es buena guerra, y es de gran servicio de dios quitar tan mala simiente de
sobre la faz de la tierra.”
Don Quijote como podemos ver confunde los molinos de viento
con grandes gigantes a los cual él dice será la oportunidad perfecta para
adinerarse y volverse famoso. Esta cita tiene gran importancia en el libro ya
que esta es el prólogo a lo que es el evento más importante del Quijote. Este
toma su lanza y decide atacar el gigante y en su rocín sale a pique, quien
choca contra la pared del molino y sus alas destrozan la lanza y mandan a volar
al Rocinante y a su jinete a rodar. Enseguida Sancho anda a buscarlo y una vez
está de pie, se van ambos a buscar un lugar donde reposar. Sancho Panza come y
bebe vino de su bota mientras que Quijote se desvela pensando en su amaba
Dulcinea de Toboso.
Continuando al día siguiente Sancho Panza dice haber dormido
placenteramente, mientras que Don Quijote velo toda la noche pensando. Esto
demuestra un contraste entre Sancho quien es un hombre simple y sin
complicaciones, y nuestro Hidalgo que ya no puede ni dormir por el tormento que
su obsesión y locura le causa. Al avanzar el día, el valiente caballero y su
escudero topan con una nueva aventura. Se encuentran con dos monjes de San
Benito y tras ellos viene una caravana de mozos a mula quienes llevan un coche
con alguna persona de importancia que se está movilizando. Don Quijote
interpreta esto como el secuestro de una doncella y por lo tanto se prepara
para su rescate.
Al fin de cuentas Don Quijote hiere a un mozo con su lanza,
Sancho lo desnuda como parte del protocolo para demostrar su victoria, y lo
único que consigue es una golpiza. Finalmente Don Quijote tiene un levantamiento
de lanzas con un Mozo quien lo desafía y eventualmente combaten hombro a
hombro.
“Oh señora de mi alma, Dulcinea, flor de la hermosura,
socorred a este vuestro caballero, que por satisfacer a la vuestra mucha bondad
en este riguroso trance se halla!”
Expresando así Don Quijote esta oración cuando recibe una
herida de su combatiente, y pidiéndole a su doncella que lo ampare. El capítulo
termina con una abrupta interrupción que el narrados hace diciendo que el
escritor no tenía más que poner dado a la falta de información. Comenta que en
la segunda parte habrá otro autor que lo complete, y así deja al lector en
shock, con un estilo caballeresco que Cervantes emplea.
Webgrafía
- Cosas extrañas en Sierra
Morena
Localización: Catedral
PROPUESTA:
Los alumnos se sentarán y se les leerá el fragmento. Más
tarde los niños, tendrán que separarse en grupos, a cada grupo se les repartirá
la carta que deberán entregar a dulcinea, pero mal escrita, y diciéndoles:
“Ahora vosotros tenéis que corregir este texto amoroso y escribir bien las
palabras que están mal, tratando de que el texto sea comprensible”.
Cuando tengan corregida la carta deberán buscar a dulcinea
para recitarle la carta que le envía el caballero de la triste figura. Dulcinea
será cualquier profesor/a con un disfraz de la época.
“SoberaÑa y alta seNora:
El (H)erido de punta de ausencia, y el llagado de las telas
del corazón, dulcísima Dulcinea del Toboso, te envía la salud que él no tiene.
Si tu (H)ermosura me desprecia, si tu Balor no es en mi pro, si tus desdenes
son en mi afincamiento, maguer que yo sea asaz de sufrido, mal podré sostenerme
en esta cuita, que además de ser fuerte es muy duradera. Mi buen Hescudero
Sancho te dará entera relación, ¡oh Vella ingrata, amada enemiga mía!, del modo
que por tu causa quedo. Si gustares de socorrerme, tuyo soy; y si no, (H)az lo
que te viniere en gusto, que con acabar mi vida habré satisfecho a tu crueldad
y a mi deseo.
Tuyo (H)asta la muerte,
El caballero de la triste figura”
Capítulo
XXV. Que trata de las estrañas cosas que en Sierra Morena sucedieron
al valiente caballero de la Mancha, y de la imitación que hizo a la
penitencia de Beltenebros
Sacó el libro de
memoria don Quijote, y, apartándose a una parte, con mucho sosiego comenzó
a escribir la carta; y, en acabándola, llamó a Sancho y le dijo que se la
quería leer, porque la tomase de memoria, si acaso se le perdiese por
el camino, porque de su desdicha todo se podía temer. A lo
cual respondió Sancho:
–Escríbala vuestra
merced dos o tres veces ahí en el libro y démele, que yo le llevaré bien
guardado, porque pensar que yo la he de tomar en la memoria es disparate:
que la tengo tan mala que muchas veces se me olvida cómo me
llamo. Pero, con todo eso, dígamela vuestra merced, que me holgaré
mucho de oílla, que debe de ir como de molde.
–Escucha, que así dice
–dijo don Quijote:
Carta de don Quijote a
Dulcinea del Toboso
Soberana y alta
señora:
El ferido de punta de
ausencia y el llagado de las telas del corazón, dulcísima Dulcinea del
Toboso, te envía la salud que él no tiene. Si tu fermosura me desprecia,
si tu valor no es en mi pro, si tus desdenes son en mi afincamiento,
maguer que yo sea asaz de sufrido, mal podré sostenerme en esta
cuita, que, además de ser fuerte, es muy duradera. Mi buen escudero
Sancho te dará entera relación, ¡oh bella ingrata, amada enemiga mía!, del
modo que por tu causa quedo. Si gustares de acorrerme, tuyo soy; y si no,
haz lo que te viniere en gusto; que, con acabar mi vida, habré satisfecho
a tu crueldad y a mi deseo.
Tuyo hasta la muerte,
El Caballero de la
Triste Figura.
–Por vida de mi padre
–dijo Sancho en oyendo la carta–, que es la más alta cosa que jamás he
oído. ¡Pesia a mí, y cómo que le dice vuestra merced ahí todo cuanto
quiere, y qué bien que encaja en la firma El Caballero de la Triste
Figura! Digo de verdad que es vuestra merced el mesmo diablo, y que
no haya cosa que no sepa.
–Todo es menester
–respondió don Quijote– para el oficio que trayo.
–Ea, pues –dijo
Sancho–, ponga vuestra merced en esotra vuelta la cédula de los tres
pollinos y fírmela con mucha claridad, porque la conozcan en viéndola.
–Que me place –dijo
don Quijote.
Y, habiéndola
escrito,se la leyó; que decía ansí:
Mandará vuestra
merced, por esta primera de pollinos, señora sobrina, dar a Sancho Panza,
mi escudero, tres de los cinco que dejé en casa y están a cargo de vuestra
merced. Los cuales tres pollinos se los mando librar y pagar por otros tantos
aquí recebidos de contado, que consta, y con su carta de pago serán
bien dados. Fecha en las entrañas de Sierra Morena, a veinte y dos de
agosto deste presente año.
–Buena está –dijo
Sancho–; fírmela vuestra merced.
–No es menester
firmarla –dijo don Quijote–, sino solamente poner mi rúbrica, que es lo
mesmo que firma, y para tres asnos, y aun para trecientos, fuera bastante.
–Yo me confío de
vuestra merced –respondió Sancho–. Déjeme, iré a ensillar a Rocinante, y
aparéjese vuestra merced a echarme su bendición, que luego pienso
partirme, sin ver las sandeces que vuestra merced ha de hacer, que
yo diré que le vi hacer tantas que no quiera más.
–Por lo menos quiero,
Sancho, y porque es menester ansí, quiero, digo, que me veas en cueros, y
hacer una o dos docenas de locuras, que las haré en menos de media
hora, porque, habiéndolas tú visto por tus ojos, puedas jurar a
tu salvo en las demás que quisieres añadir; y asegúrote que no dirás
tú tantas cuantas yo pienso hacer.
–Por amor de Dios,
señor mío, que no vea yo en cueros a vuestra merced, que me dará mucha
lástima y no podré dejar de llorar; y tengo tal la cabeza, del llanto que
anoche hice por el rucio, que no estoy para meterme en nuevos lloros;
y si es que vuestra merced gusta de que yo vea algunas locuras, hágalas
vestido, breves y las que le vinieren más a cuento. Cuanto más, que para
mí no era menester nada deso, y, como ya tengo dicho, fuera ahorrar el
camino de mi vuelta, que ha de ser con las nuevas que vuestra
merced desea y merece. Y si no, aparéjese la señora Dulcinea; que si
no responde como es razón, voto hago solene a quien puedo que le tengo de
sacar la buena respuesta del estómago a coces y a bofetones. Porque,
¿dónde se ha de sufrir que un caballero andante, tan famoso como vuestra
merced, se vuelva loco, sin qué ni para qué, por una...? No me lo
haga decir la señora, porque por Dios que despotrique y lo eche todo
a doce, aunque nunca se venda. ¡Bonico soy yo para eso! ¡Mal me conoce!
¡Pues, a fe que si me conociese, que me ayunase!
–A fe, Sancho –dijo
don Quijote–, que, a lo que parece, que no estás tú más cuerdo que yo.
–No estoy tan loco
–respondió Sancho–, mas estoy más colérico. Pero, dejando esto aparte,
¿qué es lo que ha de comer vuestra merced en tanto que yo vuelvo? ¿Ha de
salir al camino, como Cardenio, a quitárselo a los pastores?
–No te dé pena ese
cuidado –respondió don Quijote–, porque, aunque tuviera, no comiera otra
cosa que las yerbas y frutos que este prado y estos árboles me dieren, que
la fineza de mi negocio está en no comer y en hacer otras
asperezas equivalentes.
–A Dios, pues. Pero,
¿sabe vuestra merced qué temo? Que no tengo de acertar a volver a este
lugar donde agora le dejo, según está de escondido.
–Toma bien las señas,
que yo procuraré no apartarme destos contornos –dijo don Quijote–, y aun
tendré cuidado de subirme por estos más altos riscos, por ver si te
descubro cuando vuelvas. Cuanto más, que lo más acertado será,
para que no me yerres y te pierdas, que cortes algunas retamas de las
muchas que por aquí hay y las vayas poniendo de trecho a trecho, hasta
salir a lo raso, las cuales te servirán de mojones y señales para que me
halles cuando vuelvas, a imitación del hilo del laberinto de Teseo.
–Así lo haré
–respondió Sancho Panza.
Y, cortando algunos,
pidió la bendición a su señor, y, no sin muchas lágrimas de entrambos, se
despidió dél. Y, subiendo sobre Rocinante, a quien don Quijote encomendó
mucho, y que mirase por él como por su propria persona, se puso
en camino del llano, esparciendo de trecho a trecho los ramos de la
retama, como su amo se lo había aconsejado. Y así, se fue, aunque todavía
le importunaba don Quijote que le viese siquiera hacer dos locuras. Mas no
hubo andado cien pasos, cuando volvió y dijo:
–Digo, señor, que
vuestra merced ha dicho muy bien: que, para que pueda jurar sin cargo de
conciencia que le he visto hacer locuras, será bien que vea siquiera una,
aunque bien grande la he visto en la quedada de vuestra merced.
–¿No te lo decía yo?
–dijo don Quijote–. Espérate, Sancho, que en un credo las haré.
Y, desnudándose con
toda priesa las calzones, quedó en carnes y en pañales, y luego, sin más
ni más, dio dos zapatetas en el aire y dos tumbas, la cabeza abajo y
los pies en alto, descubriendo cosas que, por no verlas otra
vez, volvió Sancho la rienda a Rocinante y se dio por contento
y satisfecho de que podía jurar que su amo quedaba loco. Y así, le
dejaremos ir su camino, hasta la vuelta, que fue breve.
Universidad de
Alcalá
1997
1997
Buenas tardes Sergio, me gusta mucho la idea de vuestra semana cultural y lo dinámicas que parecen todas las actividades. Empezando por la representación del primer día, que mejor manera de acercarles a la obra del Quijote que mediante un teatro preparado por sus profesores, que le estimule su interés por conocer más sobre esta novela de caballerías tan importante para la literatura mundial. Además, es una forma de hacerles acercarles al mundo del teatro que puede tener muchos efectos positivos para ellos. Por lo que, me parece que después de conocer la novela en tanta profundidad, podrías proponer alguna actividad en la que los niños se lanzasen a representar algún fragmento de la obra o alguna escena, les ayudará a comprenderlo mejor y a adquirir el gusto por la literatura. En cuanto, al resto de actividades del martes, miércoles y jueves, me parece que están bien planteadas, pero me parecen escasas para tres días completos, quizás podrías añadir alguna actividad de teatro o de juegos de rol que te comentaba antes.
ResponderEliminarPor lo demás, buen trabajo, sigue así y si lo amplías un poco creo que te quedará una semana cultural muy completa y muy atractiva para los alumnos. Un abrazo y ánimo
Completamente de acuerdo, Jorge.
EliminarHola Sergio.
ResponderEliminarCreo que vuestro grupo ha escogido un tema muy llamativo como es la famosa novela de Miguel de Cervantes, Don Quijote.
En cuanto al inico de la presentación, estaría bien que comentaseis un poco porqué habéis escogido a ese autor y no ha otro y un poco que objetivos deseais alcanzar una vez terminada la semana cultural.
Como te decía Jorge, puede ser muy interesante que los profesores preparen una obra deteatro para acercar un poco a los niños a esta novela. Sin embargo, lo que plnateais de los disfraces me parece muy entretenido y que a los niños les va a encantar, ya que tendrán que meterse en otras pieles, otra época y eso les suele gustar mucho.
En cuanto a las sesiones que plateas para 3º de Primaria, creo que es muy interesante que utilices tablets, ordenadores y pizarras digtales ya que acercas a los niños algo tan importante y a la orden del día como son las TIC. Sin embargo, podría estar bien si además de eso incluyeras alguna actividad de trabajo cooperativo, dejándoles a ellos (auqnue siempre con una guía del profesor) que realicen algo sólos por grupos. O que realicen algún mural o algo que con lo que puedan decorar la clase o el pasillo. Creo que eso resulta bastante motivante para ellos, el ver trabajos suyos expuestos. Esto son sólo ideas que a mí se me ocurren pero seguro hay muchas más.
Si añades alguna cosilla más os quedará una semana cultural fantástica. Enhorabuena.
También estoy completamente de acuerdo contigo, Esti.
EliminarHola Sergio!!
ResponderEliminarAl empezar a leer tu actividad, he echado en falta que pusieseis de forma breve algo de la organización que vais a seguir. Por ejemplo añadir el horario de vuestro colegio, de qué hora a qué hora va a ser.
Como opinión propia, el curso del que eres profesor yo lo pondría al principio. Pensaba que no lo habías añadido hasta que me he dado cuenta que estaba puesto después.
Pero esto es más una anotación mía que puedes seguir o no.
El primer día me parece muy acertado. Es una actividad original y metida en el tema que queréis tratar.
Los niños sin duda disfrutarán, a estas edad les encanta disfrazarse.
Pero pienso que 20 minutos se van a quedar un poco escasos, podrían estar más tiempo para así disfrutar más de los disfraces y que la actividad no sea tan rápida.
Lo de la línea del tiempo bien pensado, de esta forma les quedarán todos los conceptos claros de una forma sencilla.
Por otra parte, los niños van a tener cerca las nuevas tecnologías y eso está bien porque es importante que empiecen a conocerlas.
Sin embargo, las usaría pero no dejando a un lado que ellos investiguen y no se lo den todo hecho. Pueden irse a la biblioteca y hacer una actividad de indagación por grupos por ejemplo, de la propia obra.
Esta frase la he leído varias veces y creo que está mal escrita: Actividad para introducir El Quijote: para acabar la jornada inicial y haya introducidos en la época del autor.. no me encaja lo de "haya introducido"
(está detrás del descanso)
Algo sin importancia... No me salen las imágenes, no sé por qué puede ser.
Por lo demás, las actividades me parecen muy buenas, grandes ideas :)
Espero que te sirva de algo lo que te he ido diciendo.
¡A seguir disfrutando de las prácticas!
Un beso, Marina.
Bien, Marina. Lee lo que le he comentado a Sergio.
EliminarBueno... falta la introducción del grupo con la justificación de la elección y los objetivos generales de la semana... esa es la parte común obligatoria. Aunque vosotros habéis trabjado otras actividades en común, esos apartados que os comento son imprescindibles.
ResponderEliminarTenéis que enlazar los vídeos que vais a utilizar. Si el vídeo del lunes debe ser igual de interesante para 1º que para 6º, me interesa saber cuál es.
Aunque me gusta la idea de las páginas y la pizarra digital, el segundo día te ha quedado demasiado "magistral". Son muchas horas para ver tres cositas y escuchar tus explicaciones. Además de lo que planteas, los niños deberín buscar o investigar en grupos cooperativos sobre la época y sobre la vida de Cervantes y elaborar su propia línea temporal.
El tercer día presenta el mismo problema que el segundo: no tienes en cuanta que son muchas horas y estas dos actividades se hacen como mucho, en hora y media. Por otra parte, además de conocer el principio del Quijote y la forma de escribir de finales del siglo XVI ¿qué les aporta esa actividad?
Los niños de 3º ya no colorean como los de EI y los del primer ciclo. Sería mucho más interesante que dibujaran su/s personajes favoritos.
La actividad inicial, la excursión y la gymkana están bien, pero tus niños de 3º han aprendido solo tres cositas, apenas han sido autónomos y las actividades, exceptuando el viernes, han sido más didácticas que lúdicas. Revisa esas cuestiones, que es lo mismo que te están diciendo tus compañeros.